El desarrollo del espíritu crítico: la ilustración.

El desarrollo del espíritu crítico: la ilustración.


En el siglo XVIII predomina en Europa el pensamiento ilustrado. La Ilustración es un mar cultural nacido en Francia basado en la razón como forma de conocimiento y desarrollo humano. Es el llamado "Siglo de las luces". Aparece un espíritu crítico con el que se empiezan a cuestionar las creencias establecidas en todos los aspectos del pensamiento. La razón estará por encima de la fe, y el conocimiento del hombre se separa de sus creencias religiosas. El espíritu ilustrado fomenta el ideal del hombre cultivado, capaz de ejercer su espíritu crítico como libre pensador. Aparece pues la influencia del racionalismo, que afirma que la razón es la fuente del conocimiento.

Los monarcas ilustrados organizan al Estado, llevando a cabo reformas en diversos ámbitos (industria, agricultura, educación…) para mejorar la vida de sus súbditos, pero sin contar realmente con ellos. Es el llamado despotismo ilustrado, cuyo lema es "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo".

El avance científico se logra en gran parte gracias al nacimiento de academias y sociedades. En física, química y matemáticas hubo decisivos avances gracias a las contribuciones de figuras como Newton o Lavoisier. De acuerdo con Kant, la Ilustración persigue liberar al hombre para que pueda usar su inteligencia y su razón por sí mismo. El lema del propio Kant será "Sapere aude" (atrévete a conocer).

La educación ha de contribuir, por tanto, a liberar a la gente de la ignorancia y de la superstición, y será fundamental para que el ser humano pueda alcanzar la felicidad.

De estos aspectos son consecuencia la Revolución francesa (1789) y el liberalismo político del siglo XIX, cuando gana terreno una visión positiva y optimista de la vida y empiezan a difundirse las ideas de libertad, igualdad y fraternidad.